Buscando soluciones para los problemas del “compartir".

Compartir es un hábito esencial que deben aprender los niños. Saber esperar el turno tiene un impacto en nuestra vida cotidiana, ya sea manejando en el tráfico, parados en una cola, teniendo una conversación, participando en un equipo de trabajo o jugando un juego. “El compartir” sienta los fundamentos para la civilidad, la generosidad, el respeto, la empatía, la resolución de problemas y la negociación http://escuela-padres-sigloxxi.blogspot.mx/2012/07/problemas-para-compartir.html .
Y aprender a compartir es difícil para el niño… y para los adultos. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a compartir?

Acciones generales
·         Es muy importante explorar las razones por las que el niño no quiere compartir, pues muchas razones dependen de esas soluciones.
o   Los adultos no le han enseñado al niño la importancia de “compartir”.
o   El niño muestra algunas conductas “egoístas”: no piensa en los demás y le cuesta trabajo ponerse en su lugar.
o   Es un niño pequeño que se encuentra en una etapa egocéntrica.
o   Los padres le han pedido que tenga muchos cuidados con sus juguetes.
o   No tiene muchos juguetes.
o   Siente que sus juguetes no son tan lindos para compartir.
o   Sus amigos no le comparten sus juguetes.
·         Priorizar en la casa la regla de “es importante compartir”.
o   Aprovechar todas las ocasiones para expresar la importancia de respetar turnos y compartir, como  “ahora te toca a ti, ya le tocó a tu hermana”, “ahora es mi turno” o “¿quién va primero?”.
·         Dar valor al “compartir”.
o   “A tu primo le gusto venir porque jugaron juntos.”  “Mira como en el fútbol comparten pelota. Uno le pega y se la manda a su compañero”.
·         Enseñar compartir
o   Enseñar con el ejemplo.
o   Jugar tu turno, el mio. Con la pelota rodando en el piso rodarla de una persona a otra. Cada quien va teniendo su turno.
o   Poner expectativas sobre compartir antes de que lleguen visitas. " Recuerda la regla del compartir"
o   Guarda juguetes preferidos o especiales que el niño no quiera compartir
o   Juegos de cartas o de tablero que requieran intercambio de turnos.
o   Establece en casa los turnos para escoger programa  de TV o  ir enfrente en el carro.
o   Comprar un temporizador de cocina y enseñar al niño a usarlo. Utilizar el temporizador para explicarle al niño los tiempos para compartir.
o   Recordar al niño que debe compartir.

Intervención cuando surge un problema
·         Para que el niño pueda aprender esta habilidad es necesario que tenga consecuencia por no compartir.
·         Time out corto para el juguete. El time out es guardar el juguete. Nadie puede jugar con él. El compañero de juegos tiene el privilegio de jugar primero cuando acabe time out.
·         Para niños mayores la consecuencia de no compartir puede consistir en que el compañero de juegos obtiene el privilegio de 2 turnos seguidos.
·         Pedir al niño que se ponga en el lugar del otro.
·         Perder el privilegio de jugar con el amigo

Desarrollar hábitos para el cambio
·         Utilizar frecuentemente frases sobre las acciones de compartir. “¿Quien va primero?” “Es tu turno.” “Tú escogiste el primer juego, yo escojo a el segundo.”
·         Usar estrategias para definir turnos y evitar peleas.
o   Regla de la abuela: si tú partes el pastel, tu hermano escoge la rebanada.
o   Lanzar la moneda.
o   Tijera , piedra, papel
o   Utilizar el temporizador de cocina.
·         Compartir lo que esta a la vista.
·         No permitir que los juguetes abandonen la casa. Algunos niños piensan que si prestan los juguetes, podrían perderlos para siempre.
·         Pedir antes de tomar. Enseñar al niño que siempre pida prestado si quiere tomar algo que no es suyo.
·         Compartir solo lo que es tuyo. Siempre obtener el permiso del dueño.
·         Respetar la propiedad de los demás.
·         Contribuir a la familia. Es importante que el niño ayuden en la casa como poner la mesa, darle de comer al perro u ordenar la sala de TV.
·         Contribuir a la comunidad. De la misma manera alentar al niño que regale juguetes o tiempo en tareas comunitarias.

Bibliografía
Borba M. (2009) The big book of parenting solutions. Ed. Jossey-Bass

Problemas para compartir


“¡Es mio!” ¡Yo lo gané primero! ¡Es mi turno!”

“Me cuesta mucho trabajo admitirlo pero mi hijo Juan de 5 años no le gusta compartir. No quiere prestar sus juguetes, se pelea con los vecinos pues no sabe esperar su turno para subirse al columpio y la hora de TV acaba en una batalla porque quiere ser el único en elegir los programas. ¿Hay algo que puedo hacer?”

Simplemente decirle al niño que comparta con los demás o que preste sus juguetes no cambia la conducta. Es necesario mostrarle cómo compartir y explicar las razones de su importancia.

No saber compartir es un problema común en la niñez que frecuentemente acaba con lágrimas, pleitos, sentimientos heridos y enojo. Pero aprender a dar y recibir no es fácil. Los niños pequeños pasan por una etapa de desarrollo en la que es especialmente difícil.

La etapa egocéntrica: A los dos años y medio, el niño ya es capaz de manejar interacciones simples como esperar su turno o responder a otros. Sin embargo requiere frecuentes recordatorios por parte de los adultos. Todavía a los tres años el niño está enfocado en sus propias necesidades. Compartir se vuelve un poco más fácil a los 4 y 5 años, aunque el niño siga muy apegados a sus posesiones.

Aunque sabemos que es natural que un niño pequeño no sepa compartir, es importante iniciar su enseñanza  desde la edad temprana.

Edad escolar: A esta edad se puede esperar que el niño comparta sin problemas y sin recordatorios. Empieza a considerar las necesidades de los demás, aunque la comprensión profunda de la perspectiva de otros todavía está por desarrollarse.

Compartir es un hábito esencial que deben aprender los niños. Saber esperar el turno tiene un impacto en nuestra vida cotidiana, ya sea manejando en el tráfico, parados en una cola, teniendo una conversación, participando en un equipo de trabajo o jugando un juego. Compartir sienta los fundamentos para la civilidad, la generosidad, el respeto, la empatía, la resolución de problemas y la negociación.

A continuación enumero algunos síntomas que nos indican que un niño requiere ayuda para aprender a solución compartir:

·         Conductas egoístas: el niño pone sus necesidades encima de los demás; no considera a nadie más que a sí mismo.
·         Provocar pleitos: el niño pelea, discute y lastima a sus compañeros.
·         Presumir: el niño compara sus posesiones con los demás (“el mio es mejor”)
·         Monopolizar posesiones: el niño acumula posesiones para tener “más” que los demás.
·         Alejar a los demás: la manera agresiva, presumida e injusta aleja a los compañeros de juego.
·         Jugar solo: A pesar de que hay otros niños, prefiere jugar solo.


En posteriores entradas profundizaré en algunas estrategias para enseñar a compartir y tomar turnos.



Signos de estrés en los niños

Cuando los niños sienten estrés, siempre se nota en su conducta.

Por ejemplo en los bebés, niños caminadores y prescolares  es muy común que el estrés se manifieste con berrinches. En general este estrés es producto de una combinación de factores estresantes como son estar cansados, hambrientos y aburridos. A veces es la secuencia de varias cosas frustrantes que pasan una después de la otra.

Otros signos de que el niño está sufriendo estrés son:
  • dolores de cabeza, panza y cuello
  • mucha irritabilidad, tristeza, pánico, enojo o ansiedad
  • una intensificación de hábitos nerviosos como son morderse uñas, jalarse el cabello, chuparse el dedo
  • un patrón de reaccionar de maera exagerada a inconvenientes menores, por ejemplo gritar, llorar
  • problemas en la comida, en el sueño o incapacidad para relajarse
  • problemas en el dormir y pesadillas
  • poca energía o actividad exagerada
  • regresar a conductas inmaduras
  • incremento de problemas de conducta como morder, dar de patadas,impulsividad  y poca escucha
  • incremento en peleas, llorar y pelear
  • estar aislado.
Si tu hijo manifiesta varios de estos signos por más de varias semanas, es importante que investigues cuales son los estresores responsables de estos comportamientos.



Un control remoto imaginario


Los  padres de familia frecuentemente se enfrentan a los cambios de humor,  groserías, tonos de voz hostiles y actitudes desafiantes de los adolescentes. Entonces las emociones se desatan y  se rompe la armonía familiar y la comunicación. Algunas veces el padre entra en la competencia de gritos, otras veces evita la confrontación totalmente. 

¿Como manejar las propias emociones para conservar la calma, modelar una actitud apropiada y conservar el control?

La experta en crianza británica Sue Atkins propone el siguiente ejercicio para fomentar el autocontrol de los padres:

Relájate y respira hondo y despacio. Imagínate que tienes un control  remoto de la TV en la mano y aprieta el botón de PAUSA.

Este ejercicio te lleva a un estado mental enfocado y relajado que te permite preguntarte: "¿Que quiero que pase ahora? ¿Lo que voy a decir o hacer me acerca o aleja de mi adolescente a la larga?"
También puedes aprovechar estos momentos para conocerte a ti mismo como padre - ¿qué te hacer perder el control.  y ¿qué te saca de quicio?- de manera que puedes usar estos tiempos de confrontación para reflexionar sobre lo que quieres enseñar a tus hijos y el tipo de relación a largo plazo que quieres establecer ellos.

Aprovechando el estado mental generado por el control remoto imaginario es importante observar y reflexionar sobre las emociones que se desatan en ti ante el adolescente y que te pueden enseñar mucho si escuchas detenidamente. Cambiando tu percepción, cambia tu respuesta emocional y de esta manera recuperas el control. El enojo, el resentimiento, la furia o la decepción realmente te están mandando el mensaje que tus estándares o valores han sido violados.  Las emociones fuertes son mensajes acerca de ti mismo. ¿Pero que tanto conocen tus hijos tus valores? ¿Has hablado de tus valores de manera calmada sin quejarte?

Toma un papel y escribe los valores que son mas importantes para ti. Tal vez la lista es demasiado corta o demasiado larga o confusa. La idea es que te aclares y les puedas explicar a tus hijos que es lo que es importante para ti y porque es importante.

Observa tus rutinas, si algo te enoja cotidianamente, haz algo diferente. Cambia tu voz, tus expectativas, tu actitud y tu conducta.

Algunas preguntas que pueden orientar tu reflexión son las siguientes:

  • ¿Qué necesito hacer o cambiar para mantener una relación a largo plazo con mi adolescente?
  •  ¿Qué cambios en mis rutinas, actitudes, expectativas debo cambiar para tomar una nueva dirección?
  • ¿Qué cambio es el más importante?
  • ¿Qué cambios en mis rutinas, actitudes, expectativas o conducta necesito hacer esta semana para moverme en la dirección adecuada?
  •  ¿Cual es el paso más pequeño que puedo dar esta semana en la dirección correcta?
  • ¿Cuáles son las ventajas para mi, para mi adolescente, para toda la familia si doy este pequeño paso
  • ¿Qué me detiene para dar este paso?
  •  ¿Qué obstáculos voy a encontrara esta semana para dar este paso?
  •  ¿Cómo puedo hacerle para relajarme y disfrutar más de la familia?
  •  ¿Qué puedo hacer para reírme más y vivir la vida con un toque más relajado?

2. Educar con valores


Si quieres educar a tu hijo para que tenga un comportamiento seguro y responsable en Internet y teléfono celular puedes aprovechar distintos momentos de la convivencia para modelar, reflexionar y enseñar los valores.

Por ejemplo, las películas ofrecen a menudo ejemplos vividos que invitan al dialogo con tu hijo. Puedes aprovechar los siguientes ejercicios éticos para guiar la conversación. Son simples guías no un interrogatorio. Tal vez uses solo un experimento para dialogar con tu hijo, preguntarle lo que piensa, decirle lo que piensas tú y tal vez compartir alguna experiencia similar, bien o mal manejada.

1. LA REGLA DE ORO: ¿Me gustaría que me traten así?

2. El EXPERIMENTO DE LA JUSTICIA ¿Es justo lo que digo y hago para los demás? ¿Hay alguien que se ve afectado?

3. EL EXPERIMENTO ¿QUE PASARÍA SI TODOS LO HICIERAN? ¿Me gustaría que los demás lo hicieran? ¿Me gustaría vivir en un mundo así?

4. EL EXPERIMENTO DE LA VERDAD ¿Esta acción es la verdad completa, y nada más que la verdad?

5. EL EXPERIMENTO DE LOS PAPAS ¿Cómo se sentirían mis papás si supieran lo que hice?

6. EL EXPERIMENTO DE LA RELIGIÓN ¿Va en contra de mi religión?

7. El EXPERIMENTO DE LA CONSECUENCIA ¿Puede tener consecuencias negativas, como el daño de una relación o la pérdida de respeto de mí mismo ahora o más tarde?

8. EL EXPERIMENTO DE LA CONCIENCIA ¿Va en contra de mi consciencia? ¿Me voy a sentir culpable después?

9. EL EXPERIMENTO DE LA PORTADA DE LA REVISTA ¿Cómo me sentiría si mi acción se reporta en la portada de la revista de mi escuela?

BIBLIOGRAFIA Lickona, T. (2004) Caracter matters. How to help our children develop good judgement, integrity and other essential virtues. New York: Simon and Schuster

1. Educar en épocas del Internet


El desarrollo de los medios electrónicos ha sido fantástico en los últimos 15 años y promete cambios aún mayores. Entre ellos el Internet, las redes sociales y la telefonía móvil están cambiando profundamente nuestra convivencia social y familiar. Si bien estos desarrollos nos acercan la posibilidad de acceso a la información y a la conexión con los demás (yo misma soy usuaria cotidiana del Internet), también implican riesgos extraordinarios. 

El Internet es una plaza pública en la que nuestro hijo puede establecer una conexión inmediata con  todo tipo de materiales riesgosos:

       Sexo riesgoso: pornografía, contacto con pederastas, contacto personas potencialmente dañinas.
       Cyberbullying y amenazas cibernéticas: acosar a otros o ser víctima de acoso.
       Materiales agresivos: normalización de escenas de violencia.
       Apoyo para conductas autodestructivas: soporte a conductas de anorexia, automutilación y suicidio.
       Grupos de odio y discriminación: fomentar la discriminación racista, clasista o de género.
       Adicción a juegos de diversa índole y fomento de las apuestas.
       Plagios para hacer tareas de la escuela

La telefonía celular ha incrementado el problema. El Blackberry y el IPhone acompañan a nuestros hijos las 24 horas y ponen a su disposición el mundo entero. 

¿Cómo podemos proteger a nuestros hijos para utilizar responsablemente y de manera segura los medios electrónicos? ¿Cómo protegerlos para no ser acosados ni acosadores en sus relaciones virtuales?

No podemos detener los avances de los medios electrónicos. No podemos poner a nuestros hijos en una burbuja y aislarlos del resto del mundo, de sus compañeros y de nuestra época. No podemos evitar que nuestros hijos tengan algún contacto con materiales inadecuados. No podemos estar con ellos para protegerlos continuamente.

Sin embargo no quiere decir que estamos desarmados. Debemos estar presente en la vida de nuestros hijos y tomar cartas en el asunto. La educación para los medios electrónicos es solo una parte de la educación en general. En nuestra convivencia con los hijos debemos fomentar actividades no virtuales con nuestros hijos, en los cuales podamos promover y enseñar valores. (Ver 2. Educar con Valores)

Common Sense Media (http://www.mediosconsentidocomun.org) la organización para la seguridad en Internet  recomienda los siguientes lineamientos para los jóvenes. Comparte estas ideas con tus hijos.

1.       Protege tu vida privada: Lo que las personas saben de ti, depende de ti. No hay secretos en línea. 
2.       Protege tu reputación: Lo que hoy es chistoso o divertido, mañana te puede avergonzar.
3.       Nada es privado en Internet: Todo lo que digas o hagas puede ser copiado y distribuido a miles de personas.
4.       Piensa que todos te están observando: padres, maestros y enemigos.
5.       Aplica la regla de oro: ¡No hagas a otros,  lo que no quieres que te hagan!
6.       Checa tu reloj: No pases todo el día frente a una pantalla, invierte tu tiempo en otras actividades.
7.       Elige bien: ¡No todo lo que está en Internet es bueno para ti!
8.       No te escondas: No utilices nombres falsos para decir cosas malas. Nunca eres tan anónimo como piensas, siempre te pueden descubrir.
9.       Reflexiona lo que ves.
10.   Muestra inteligencia y actúa con seguridad.