2. Educar con valores


Si quieres educar a tu hijo para que tenga un comportamiento seguro y responsable en Internet y teléfono celular puedes aprovechar distintos momentos de la convivencia para modelar, reflexionar y enseñar los valores.

Por ejemplo, las películas ofrecen a menudo ejemplos vividos que invitan al dialogo con tu hijo. Puedes aprovechar los siguientes ejercicios éticos para guiar la conversación. Son simples guías no un interrogatorio. Tal vez uses solo un experimento para dialogar con tu hijo, preguntarle lo que piensa, decirle lo que piensas tú y tal vez compartir alguna experiencia similar, bien o mal manejada.

1. LA REGLA DE ORO: ¿Me gustaría que me traten así?

2. El EXPERIMENTO DE LA JUSTICIA ¿Es justo lo que digo y hago para los demás? ¿Hay alguien que se ve afectado?

3. EL EXPERIMENTO ¿QUE PASARÍA SI TODOS LO HICIERAN? ¿Me gustaría que los demás lo hicieran? ¿Me gustaría vivir en un mundo así?

4. EL EXPERIMENTO DE LA VERDAD ¿Esta acción es la verdad completa, y nada más que la verdad?

5. EL EXPERIMENTO DE LOS PAPAS ¿Cómo se sentirían mis papás si supieran lo que hice?

6. EL EXPERIMENTO DE LA RELIGIÓN ¿Va en contra de mi religión?

7. El EXPERIMENTO DE LA CONSECUENCIA ¿Puede tener consecuencias negativas, como el daño de una relación o la pérdida de respeto de mí mismo ahora o más tarde?

8. EL EXPERIMENTO DE LA CONCIENCIA ¿Va en contra de mi consciencia? ¿Me voy a sentir culpable después?

9. EL EXPERIMENTO DE LA PORTADA DE LA REVISTA ¿Cómo me sentiría si mi acción se reporta en la portada de la revista de mi escuela?

BIBLIOGRAFIA Lickona, T. (2004) Caracter matters. How to help our children develop good judgement, integrity and other essential virtues. New York: Simon and Schuster

1. Educar en épocas del Internet


El desarrollo de los medios electrónicos ha sido fantástico en los últimos 15 años y promete cambios aún mayores. Entre ellos el Internet, las redes sociales y la telefonía móvil están cambiando profundamente nuestra convivencia social y familiar. Si bien estos desarrollos nos acercan la posibilidad de acceso a la información y a la conexión con los demás (yo misma soy usuaria cotidiana del Internet), también implican riesgos extraordinarios. 

El Internet es una plaza pública en la que nuestro hijo puede establecer una conexión inmediata con  todo tipo de materiales riesgosos:

       Sexo riesgoso: pornografía, contacto con pederastas, contacto personas potencialmente dañinas.
       Cyberbullying y amenazas cibernéticas: acosar a otros o ser víctima de acoso.
       Materiales agresivos: normalización de escenas de violencia.
       Apoyo para conductas autodestructivas: soporte a conductas de anorexia, automutilación y suicidio.
       Grupos de odio y discriminación: fomentar la discriminación racista, clasista o de género.
       Adicción a juegos de diversa índole y fomento de las apuestas.
       Plagios para hacer tareas de la escuela

La telefonía celular ha incrementado el problema. El Blackberry y el IPhone acompañan a nuestros hijos las 24 horas y ponen a su disposición el mundo entero. 

¿Cómo podemos proteger a nuestros hijos para utilizar responsablemente y de manera segura los medios electrónicos? ¿Cómo protegerlos para no ser acosados ni acosadores en sus relaciones virtuales?

No podemos detener los avances de los medios electrónicos. No podemos poner a nuestros hijos en una burbuja y aislarlos del resto del mundo, de sus compañeros y de nuestra época. No podemos evitar que nuestros hijos tengan algún contacto con materiales inadecuados. No podemos estar con ellos para protegerlos continuamente.

Sin embargo no quiere decir que estamos desarmados. Debemos estar presente en la vida de nuestros hijos y tomar cartas en el asunto. La educación para los medios electrónicos es solo una parte de la educación en general. En nuestra convivencia con los hijos debemos fomentar actividades no virtuales con nuestros hijos, en los cuales podamos promover y enseñar valores. (Ver 2. Educar con Valores)

Common Sense Media (http://www.mediosconsentidocomun.org) la organización para la seguridad en Internet  recomienda los siguientes lineamientos para los jóvenes. Comparte estas ideas con tus hijos.

1.       Protege tu vida privada: Lo que las personas saben de ti, depende de ti. No hay secretos en línea. 
2.       Protege tu reputación: Lo que hoy es chistoso o divertido, mañana te puede avergonzar.
3.       Nada es privado en Internet: Todo lo que digas o hagas puede ser copiado y distribuido a miles de personas.
4.       Piensa que todos te están observando: padres, maestros y enemigos.
5.       Aplica la regla de oro: ¡No hagas a otros,  lo que no quieres que te hagan!
6.       Checa tu reloj: No pases todo el día frente a una pantalla, invierte tu tiempo en otras actividades.
7.       Elige bien: ¡No todo lo que está en Internet es bueno para ti!
8.       No te escondas: No utilices nombres falsos para decir cosas malas. Nunca eres tan anónimo como piensas, siempre te pueden descubrir.
9.       Reflexiona lo que ves.
10.   Muestra inteligencia y actúa con seguridad.


¡Mi bebé muerde a los otros niños!


Morder a las personas es una conducta totalmente normal en bebes y niños pequeños, aunque para los padres y cuidadores puede ser frustrante y un motivo de preocupación. Casi todos los niños pasan por una etapa en la que muerden; solo en algunos se transforma en mal hábito.

  Los niños muerden a las personas por las siguientes razones:

 1.       Una de las maneras más importantes en que el niño conoce el mundo, es llevándose los objetos a la boca y experimentar mordiéndolos.
2.       En ocasiones los bebés alivian el malestar que les provocan los dientes que están saliendo mordiendo los objetos o... las personas que tienen frente.
3.       Los niños a veces muerden para experimentar, para ver que pasa o cuando están excitados.
4.       La boca es el lugar donde los niños expresan la tensión que sienten cuando les quitan un juguete o se sienten frustrados.
5.       A veces los niños necesitan un espacio propio, de manera que si otra persona, adulto o niño se acerca demasiado, la respuesta es morder para defenderse de la intrusión.
6.       Otra razón por la que los niños muerden es por frustración y enojo, como una manera de expresarse, ya que no tienen palabras para hacerlo.
7.       La frustración o estrés puede ser un reflejo del estrés de los adultos o puede ser inducido biológicamente por hambre, sueño, dolor o enfermedad.

¿Que hacer?

1.       Nunca permitir que el niño muerda a las personas, no hacer un chiste de ello y siempre reaccionar con firmeza.
2.       No gritar, no pegar al niño, nunca morderle de regreso. Cuando mordemos al niño en respuesta de su mordida, le estamos enseñando que es correcto hacerlo.
3.       Si el niño te muerde, decir, "¡Auch! ¡no morder personas!". Si estás cargando al niño, bajarlo inmediatamente, mirar el lugar donde mordió, no mirar al niño y expresar el dolor con muecas y con expresiones: "¡Auch, duele! ¡No morder personas!" Muchas veces el niño empieza llorar. Después de 1 minuto levantarlo y decirle: "Ya todo esta bien. Pero no se muerde a personas. Se muerde el juguete o la mordedera".
4.       Tener una mordedera a la mano, siempre que se piense que el niño muerde para evitar las molestias de la salida de los dientes.
5.       Conocer los disparadores que provocan la mordida e intervenir preventivamente: separarlo, alejarlo, darle mordedera. "¡No morder a personas!, ¡no!".
6.       Enseñarle a acariciar a los demás niños y a cuidarlos. "Mira se cuida y se acaricia a tu amigo, bonito, suave porque le duele si le haces fuerte."
7.       Es muy importante enseñar al niño habilidades de autocontrol, sobre todo cuando las mordidas son un medio de defensa o ataque. Enseñar al niño a utilizar palabras y expresiones para manifestarse: "¡Es mío!" "¡No me empujes!" "¡No!"

En la guardería se pueden implementar las siguientes estrategias:

         Asegurarse que no se repitan eventos de mordidas, para proteger al niño que es mordido y al niño que muerde.
         Hablar con los padres del niño que muerde para identificar posibles estresores y para recomendar ejercicios de autocontrol y enseñanza de habilidades de cuidado hacia los demás.
         Permitir que el niño que muerde, tenga una burbuja de espacio personal, en los momentos que no pueda haber supervisión de adultos. No es un espacio de castigo sino de protección para que el niño no se sienta invadido o molestado por los demás.
         Ponerle una sombra (una asistente) que este lista para prevenir la mordida y enseñar habilidades de cuidado, expresión verbal y no verbal, y autocontrol. La idea no es hacer sentir vigilado al niño sino ayudarle y evitar que explote cuando se siente abrumado.  Por supuesto intervenir inmediatamente cuando el niño esta a punto de morder. Decir enfáticamente: "¡No se muerde a las personas!" Generalmente se necesitan solamente pocos días de sombra para tener éxito.
         Hacer role playing con el niño para fortalecer el "músculo del lenguaje y autocontrol" (títeres, juguetes, dibujos, libros etc.). Ejemplo: Jugar con el osito y explorar lo que se puede hacer si el osito se enoja porque le quitan un juguete, o lo jalan, o lo tiran.
         Dar reconocimiento cuando el niño juega con otros niños sin morderlos. Describir las acciones positivas, no mencionar la mordida durante el reconocimiento.

http://www.ahaparenting.com/ask-the-doctor-1/how-to-stop-biting-at-preschool?A=SearchResult&SearchID=3295524&ObjectID=4064781&ObjectType=35


¿Debo rescatar a mi hijo?

Es natural querer rescatar a tu hijo cuando enfrenta problemas: olvida su lunch, un niño de la escuela los molesta, se le olvido hacer la tarea o robó un juguete de la casa del vecino. Queremos evitar que nuestro hijo sienta dolor, que se frustre o que enfrente las consecuencias de sus actos. Queremos ser padres amorosos y protectores. Es nuestra función, ¿no es así?

Sin embargo, antes de rescatar a tu hijo, te puedes hacer 5 preguntas para tomar la decisión.

1.       ¿Tu hijo corre peligro?
Definitivamente debes de intervenir inmediatamente si tu hijo corre peligro: impedir que cruce una calle peligrosa, protegerlo de un bully de mayor edad o evitar que tu adolescente maneje un carro borracho.

2.       ¿De quien es el problema?
El problema puede ser tuyo o puede ser de tu hijo. Obviamente debes de resolver los problemas que son tuyos. Si el problema es de tu hijo y lo rescatas, tu hijo puede acostumbrase a que tú resuelvas sus problemas.

Cuidado con la manera en la que te expresas acerca de las tareas de tu hijo. Una madre de familia me decía: "debemos de llegar temprano a casa pues tenemos examen de español".

3.       ¿Qué le estas enseñando si lo rescatas?
Cuando intervienes resolviendo problemas de tu hijo, mandas el mensaje de que no crees que tu hijo sea capaz de resolver sus propios problemas. Además impides que tu hijo fortalezca el "músculo" de la resolución de problemas, de la responsabilidad y de la autoconfianza.

4.       ¿Se trata de una acción amorosa?
Evidentemente es muy importante ser amorosos con nuestros hijos, eso no se pone en duda. Proteger a tu hijo desvalido es amoroso. Pero transformar a tu hijo en un desvalido, haciendo tuyos sus problemas, más bien es una acción de sobreprotección  e  irresponsabilidad.

5.       ¿Qué futuro quieres para tu hijo?
¿Te has puesto a pensar en que tipo de persona, que deseas que se transforme tu hijo? Si quieres que en el futuro tu hijo crezca para ser un adulto, capaz, responsable, con autoestima, con autoconfianza y que asume sus compromisos, entonces debes de permitir que se ejercite con los pequeños problemas que se enfrenta en su vida cotidiana.