¿Te preocupan las faltas de respeto de tu hijo?

Disciplina positiva es decidir lo que vas a hacer y luego llevarlo a cabo firme y gentilmente, en vez de esperar que tu hijo se porte bien. Jane Nelsen
Una madre de familia me decía desesperada.
"Necesito que me orientes un poco. Se trata de Juan mi hijo de 4 años anda muy contestón, para todo dice "no" de forma grosera y avienta manazos. La semana pasada me operaron y mi mama ha estado con nosotras cuidándonos y atendiéndolo de todo a ella, pues apenas puedo ponerle una blusa y peinarlo Mi mama no ayuda mucho, pues le dice chamaco grosero, ya me voy a ir y a ver quién te atiende y así... Yo ando estresada y no he manejado bien las cosas, le grito, le he dado manazos... Mañana nos vamos a casa de mi mama, estaremos toda la semana y me temo que mis hermanas no ayuden en la situación. No sé como hacer para que Juan no sea contestón. Sugiéreme algo, por favor."
Este problema es muy común e inicia en edades tempranas. Casi todos los niños pasan por alguna etapa en la que prueban límites y expresan su independencia de manera inadecuada. En muchas ocasiones imitan a otros niños a personajes de la TV o a los adultos que se encargan de ellos. Es también común que los malos hábitos se agraven cuando la familia pasa por una crisis, como lo es la enfermedad de la madre.
Sin embargo, contestar de manera grosera o irrespetuosa es un problema que se extiende fácilmente y que no le gusta a ningún padre de familia, maestro, entrenador o vecino. Al mismo tiempo es uno de los problemas de la niñez más fáciles de abordar.

Síntomas

Si notas estos cinco síntomas en la conducta de tu hijo es necesario hacer algo.
1. Cuando le pides al niño que deje de “contestar feo”, no hace caso.
2. Sus faltas de respeto han aumentado.
3. Las faltas de respeto está arruinando el ambiente familiar y la relación con tu hijo.
4. Otros adultos y niños se quejan acerca de la conducta de tu hijo.
5. Tu hijo se conduce de manera irrespetuosa fuera de la casa.

Soluciones

1. Primeras intervenciones
a. Identifica la causa de su mal comportamiento.
¿Ha habido cambios familiares? ¿Se siente estresado o enojado??
¿Está imitando a otros niños o a los adultos que también hablan sin respeto?
¿Esta afirmando su voluntad o probando límites? ¿Busca control?
¿Llama la atención? ¿No se siente apreciado?
b. Observa tus propias reacciones con tu hijo. Si tú o tu pareja están utilizando un tono poco respetuoso, cambia tu conducta de manera que seas un modelo para tu hijo de la conducta que quieres enseñar.
c. Las expectativas son muy importantes. Anuncia que vas a modificar las reglas de la casa acerca del respeto que esperas cuando tu hijo se dirige a ti. “Cuando hable contigo no me gusta que me respondas con gestos. Me parece una falta de respeto”.
d. Monitorea los programas de TV que muestran personajes irrespetuosos.
e. Enseña a tus hijos virtudes como la compasión, el respeto y la cortesía. Tienes que modelar estos valores y hacer reflexiones frecuentes acerca de los mismos.
2. Respuesta rápida
a. Las faltas de respeto empeoran conforme el niño crece y aumenta su auto-confianza. Por ello es muy importante hacerles ver que es una conducta inaceptable. “Ese tono es irrespetuoso”. “Tú no me puedes decir cállate”.
b. La técnica de "Congélate - Replay". Se trata de explicarle al niño en una frase corta "esta manera de hablar no es aceptable" y luego dejar de interactuar con ella, hasta que diga las cosas de manera correcta. “No te voy a escuchar hasta que lo digas respetuosamente”. Luego aléjate y ya no escuches. No hagas caras o mandes señales no verbales. El truco está en “ignorar respetuosamente”. Cuando corrija su manera de hablar retomas la comunicación.
c. Mantén la calma. Gritar o sonar desesperado hace que la atención se dirija a tu enojo en vez de la conducta inapropiada de tu hijo.
d. Sé consistente.
e. No lo tomes personal.
f. Ponte de acuerdo con los otros adultos que están a cargo del niño.
3. Desarrolla hábitos de cambio
Cuando el niño no deja de hablar con faltas de respeto, es importante que la conducta del niño tenga consecuencias lógicas.
a. Pedir una disculpa, por escrito, en un dibujo o verbalmente.
b. Hacer algo para reparar el daño que hizo, por ejemplo ayudar en casa a la parte ofendida.
c. Regresar a casa al amiguito, si la falta de respeto fue hacia él.
d. Hacer un poster de privilegios. Dibujar las cosas que puede controlar el padre y que el niño puede vivir sin ellas (TV, helado, postre, visita a casa de amigos etc.) El niño pierde privilegios si continúa con las faltas de respeto. Empezar por los privilegios menos importantes para el niño.
e. Retirar al niño de la actividad familiar.
f. Reconecta con tu hijo. Hagan cosas lindas juntos.
g. Refuerza las acciones respetuosas del niño. “Esa manera de pedir es muy linda”.
Recuerda que los cambios requieren tiempo y consistencia. ¡Suerte!
Borba M. (2009) The big book of parenting solutions. Ed. Jossey-Bass

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